lunes, 18 de junio de 2012

Jameni exhorta a los pueblos a resistir para determinar su propio destino



El Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha aseverado que entre todas las excelsas enseñanzas del Gran Profeta del Islam, el hazrat Mohamad (la paz sea con él y sus descendientes), dos de ellas sobresalen hoy más que nunca como una necesidad de la comunidad mundial: “La moral edificante” y “la apertura de nuevas fronteras al pensamiento”.

Este lunes, en una reunión con motivo del aniversario de la designación del hazrat Mohamad (p) como profeta, a la que acudieron las autoridades iraníes, los embajadores y representantes de los países musulmanes, así como familias de los mártires de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Jamenei, además de felicitar este gran día a la nación persa y a la comunidad musulmana, ha señalado que "el enfoque dinámico de los musulmanes a la religión de Mohamad (p), pone de manifiesto que muchas naciones bajo la luz de la experiencia han entendido que las doctrinas materialistas del Oriente y del Occidente, no son capaces de responder a las verdaderas necesidades del hombre y solo las enseñanzas y las conductas del Profeta (p) pueden resultar en la prosperidad humana y conducir al verdadero desarrollo"”

De igual manera, ha indicado que los conflictos de la comunidad mundial surgen porque el hombre se ha distanciado del patrón de conductas del Profeta (p), y ha afirmado que “la salvación de la humanidad ante los conflictos y la debilidad moral, está en la gran misión del Profeta, que puede solucionar los problemas subyacentes de las naciones”.

El Guía Supremo iraní, en referencia a la crisis económica de los países occidentales y los avatares en la región, ha puesto de relieve que “ante la visión oscura de los opresores, el ser humano no tiene la menor importancia; en la crisis económica del mundo occidental, se ve que la principal preocupación de los dominantes capitalistas es solucionar los problemas de los dueños de los bancos y las empresas, en lugar de ayudar al pueblo”.

Al llamar otra vez a las naciones a pensar en los recientes y evidentes sucesos, el Líder Supremo de Irán ha recalcado que “el origen de todos estos problemas, está en la dominación del imperialismo sobre el mundo y la existencia de dos polos, dominantes y subyugados; cuya solución es la salida de las naciones de la postura dominada e inactiva”.

El Líder Supremo, al aludir a las revoluciones populares de la región, ha subrayado que “las naciones que dependen de su propio y valioso ´pensamiento y sabiduría´, concedido por Dios, y que mantienen la fe en la victoria que nos ha prometido el Señor, deben sostenerse sobre sus propios pies y resistir frente a los imperialistas para autodeterminar su destino”.

Tras poner de relieve la dignidad y el poderío de la nación iraní, conseguidos mediante la resistencia y en alusión a la cooperación entre las potencias hegemónicas para poner fin a estos logros, ha sostenido que en los últimos 33 años, después del triunfo de la Revolución Islámica de Irán, las potencias mundiales han tratado de conspirar continuamente contra el pueblo iraní para ocultar la resistencia y el desarrollo a fin de que no sean adquiridos por otras naciones, sin embargo, ha agregado, estos complots han fallado y fallarán “gracias a Dios”.

“El hecho de ser solo un creyente no es suficiente, hay que esforzarse y tener paciencia para obtener la victoria”, ha asegurado, a la vez, ha dicho a los enemigos de Irán [Estados Unidos y alguno de sus aliados], que deberían tomar nota de que es inútil conspirar contra el pueblo persa y que no deben tener expectativas exageradas sobre esta nación, ya que, “un pueblo que ha aprendido la resistencia y la unidad del sagrado Corán” no se rendirá nunca.

En otra parte de sus afirmaciones, el Líder Supremo ha instado a los chiíes y los suníes a estar unidos, al mismo tiempo, ha criticado las discrepancias por parte de algunos elementos, que “no conocen en absoluto el Islam” y que solo persiguen los deseos de los servicios de inteligencia de las potencias hegemónicas para cesar la extensión del chiismo.

Por lo último, el ayatolá Seyed Ali Jamenei ha expresado su esperanza de que con el favor de Dios y poniendo en práctica las excelentes enseñanzas del Gran Profeta del Islam, el hazrat Mohamad (p), el pueblo musulmán obtendrá la victoria ante sus enemigos.

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