Cada mañana Malaak Al-Khatib recorre unos cientos de metros para llegar hasta su escuela desde el barrio de Betín, en el distrito de Ramallah. Allí aprende a hacerse mayor y acompañada de unos cuantos amigos se deja ver en algunas fotografías que han corrido por la red. Pero desde el pasado mes de diciembre Malak, ha pasado de ser una niña normal a convertirse en una amenaza para las fuerzas de ocupación israelí.
El 31 de diciembre, a la vuelta de la escuela en dirección a la carretera de circunvalación de colonos, camino cerrado a los palestinos, cerca de su escuela, la pequeña de Ramallah fue detenida por una patrulla de soldados israelíes acusándola de lanzar piedras a una carretera israelí y poseer un cuchillo.
Desde entonces, la menor de 14 años, que sueña con una vida normal llena de paz, permanece absolutamente privada de su libertad. Y es que, desde que la detuvieran en su día, se ha visto envuelta en un cúmulo de idas y venidas a los juzgados. “Asistió a cuatro audiencias en el juzgado durante las cuales su detención se extendió por varios días. Sólo pudimos verla allí y no se nos permitió hablar con ella.” afirmó su padre, Ali Al-Khatib, a la agencia WAFFA.
El padre de la niña, en una entrevista a dicha agencia antes de que su hija fuera detenida presuntamente bajo el pretexto de haber lanzado piedras, negó que estos hechos hubieran ocurrido y declaró que “ella salía de la escuela después de asistir a su último examen en el primer semestre cuando de repente los soldados se lanzaron sobre ella, la esposaron las manos y la llevaron con ellos.”
Lamentablemente, no es la única detención de este estilo. Según un informe sobre la detención de menores por parte de Israel afirma que alrededor de 500 a 700 niños palestinos, algunos de tan sólo 12 años, son arrestados, detenidos y procesados en el sistema de detención militar israelí cada año. La mayoría de los niños detenidos están acusados de ‘arrojar piedras’.
Es la ocupación israelí la que continúa violando la Convención sobre los Derechos del Niño, en concreto su artículo 37 que sentencia: Ningún niño será privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevarán de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda
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